Camino Jacobeo de Santiago a Muxía

Igrexa de Xulián de Moraime Muxía - Foto: Luis Miguel Bugallo Sánchez (Wikipedia)
El Monasterio de Moraime
26 agosto, 2015

Camino Jacobeo de Santiago a Muxía

Fito de pedra coa sinalización do Camiño de Santiago
Mapa Camiño Santiago, etapa Muxía - Fisterra (imaxe de http://www.concellomuxia.com)

Mapa Camiño Santiago, etapa Muxía – Fisterra (imaxe de http://www.concellomuxia.com)

En el mapa podemos observar el tramo del Camino Jacobeo que, procedente de Santiago de Compostela, discurre por el ayuntamiento de Muxía. El Camino que viene de Santiago se separa en la aldea de Hospital en el ayuntamiento de Dumbría, prosiguiendo el que va a Fisterra por Buxantes y el que va a Muxía por Dumbría. En este último, después de atravesar el río en A Pontevella, se introduce el peregrino desde Dumbría por el Camino Real hasta Trasufre, donde se encuentra la Capilla da Santiña do Espiño. Luego de Trasufre, después de atravesar el río Castro, tomará el peregrino el primer camino a la derecha (también Camino Real), llegando así al lugar de Senande, con su feria (que se celebra el primer lunes de cada mes) y sus casas señoriales con importantes escudos de nobleza. Del campo de la feria proseguimos en dirección a Vilastose, donde se puede ver la iglesia con un curioso campanario, separado de la misma.

Saliendo de Vilastose, tras recorrer 300 m. aproximadamente, tomaremos el camino a la derecha que va hasta Quintáns, pasando por los siguientes lugares: Cruce da Naca de Eguas y Prado da Rega y Caduzo. En Quintáns visitaremos la Capilla fundada en el S. XVII y dedicada a San Isidro Labrador y a Santa María da Cabeza, sin olvidar el crucero que se encuentra en el Campo de Abaixo da vila. De Quintáns salimos por la plaza principal (la cual es el símbolo de mayor identidad de este lugar) y, pasando por el medio de la aldea, retomamos la ruta en dirección a Pedregás (antiguo camino de peregrinación y procesiones locales); al llegar al mencionado lugar de Pedregás podemos admirar su crucero y también la curiosa Cerca da Pedra de la única casa existente en este lugar, a medio camino entre Quintáns y San Martiño de Ozón. En esta última aldea admiraremos la belleza del antiguo monasterio y su iglesia románica.

De San Martiño de Ozón prosigue el Camioo por Vilar de Sobremonte, pero el nuevo ensanche de la carretera Berdoias-Muxía lo hace muy peligroso para los viandantes, por lo que se impone buscar una pequeña variante que nos hace descubrir hermosos paisajes marinos. Por lo tanto, tomaremos el camino que lleva desde la iglesia de San Martiño de Ozón hasta Merexo, prosiguiendo por el Alto de Vilela hasta llegar a Os Muíños. El nombre de este lugar hace referencia a los muchos molinos que había en el lugar, conservándose todavía algunos de ellos. En la actualidad es el lugar más poblado de la parroquia de Moraime, haciendo de centro de comunicaciones hacia Cee y Fisterra, así como hacia Ponte do Porto.

Desde Os Muíños atravesamos el río Negro (el cual desemboca en la extensa playa de Area Mayor, lugar concurrido en la temporada de verano), y subiendo una pequeña cuesta llegaremos al Monasterio de San Xiao de Moraime con su iglesia románica datada del S. XII. Después subiremos por Casasnovas hasta atravesar la carretera Berdoias-Muxía, introduciéndonos por un camino que nos llevará a la capilla de San Roque, muy cerca del lugar de Chorente.

Aunque desde siempre el camino que va de Moraime a Muxía se ha recorrido bajando a Carrúa y pasando junto a Figueiras, la belleza del paisaje nos invita a caminar junto al mar. De este modo desde la capilla de San Roque bajaremos hacia el mar y llegaremos a la playa de Espiñeirido y, tomando un trozo de camino que rodea el mar, entraremos en Muxía por la playa de A Cruz.

En el camino que nos lleva a A Barca visitaremos la iglesia románica-marinera de Santa María de Muxía, que se encuentra en un excelente estado de conservación.

Un camino enlosado nos conduce en pocos minutos hasta el Santuario da Barca. A nuestra derecha, el mar hace brillar las piedras de los acantilados, pobladas de gaviotas, y el congrio se seca como una gran escultura hecha de pescado y de viento. Delante de nuestros ojos aparecerá el infinito del océano, el infinito del cielo de Muxía para reflejarse en el granito inmemorial y mágico como inicio y final de una creencia, de una historia o, incluso, de una leyenda que ha movido, mueve y moverá multitudes con fervor, con fe o con la curiosidad del que descubre la mágica historia de una Virgen, de una Piedra.