Muxía no tiene una traducción específica, pero nosotros creemos que su sonoro nombre es sinónimo de encanto. Es una pequeña villa marinera en un municipio de 5.000 habitantes en la comarca de Fisterra, provincia de A Coruña. En su bulliciosa pero calmada vida diaria todo gira alrededor del mar, que abraza y azota la península en la que se cobija el pueblo. El puerto, las cofradías de pescadores, los secaderos de congrios, las redes de pesca que cubren las callejuelas, las playas y el paseo marítimo son señas de identidad de una de las villas más pintorescas y representativas de toda la costa gallega.
Muxía sigue siendo auténtica, pese a que en la última década el turismo se haya conformado como un activo y un atractivo de la economía local. Más allá de los valores del mar, el atractivo e importante patrimonio artístico de la villa atrae anualmente miles de visitante que se ven seducidos por la belleza y el misticismo de rincones únicos como en Santuario de a Virxe da Barca o el Monasterio de Moraime, pero también por los rastros de cultura dejados por personajes tan relevantes como Gonzalo López Abente o Xervasio Paz Lestón.
Todo el potencial y la magia pausada de Muxía se magnifican el segundo domingo de septiembre, cuanto tiene lugar la Romería de a Virxe da Barca, una fiesta que se ha convertido en una celebración de repercusión autonómica, en la que la música, la tradición y el misticismo se cogen de la mano para que el visitante disfrute de una de las experiencias más intensas que A Costa da Morte puede ofrecer.